La importancia de leer manuales de gramática y de estilo
Me imagino que varios de ustedes se habrán embarcado (en más de una ocasión) en algún proyecto de lectura con el fin de adquirir mayores conocimientos en alguna materia de su interés. Asimismo, supongo que habrán logrado llegar a la meta exitosamente pese a las dificultades que hayan tenido que superar. Una de estas experiencias es precisamente la que me gustaría compartir con ustedes hoy: la lectura de Nueva gramática de la lengua española, manual de la Real Academia Española y de la Asociación de Academias de la Lengua Española.
En un principio, me había propuesto semejante hazaña desde que tomé el curso Traducción del Inglés al Español I y II en UCSD Extension, ya que en múltiples ocasiones quise consultar el manual para resolver alguna duda, pero se me dificultaba despejarla porque no lograba descifrar los conceptos que se presentaban inmediatamente y que, en realidad, están vinculados a toda la obra. Indagar en alguno de ellos implicaba retroceder varios capítulos, lo cual pronto surtía un efecto multiplicativo, y terminaba metido en un atascadero del que no podía salir. ¿Les ha pasado alguna vez, colegas? Quizá fuera el único que presentaba esta anomalía en mis habilidades investigativas; no obstante, decidí alejarme de este problema justo cuando me propuse leer de pe a pa dicho manual de gramática.
No podré coger al toro por los cuernos es probablemente la primera reacción que se tiene al ver las 943 páginas intimidantes de las que consta la obra. Esto fue, sin lugar a duda, lo que pensé y no tardaron en empeorar las expectativas cuando me adentré en la lectura de los primeros capítulos, los cuales versan sobre diversos conceptos lingüísticos que son capaces de amilanar hasta los que se consideran más instruidos en la materia.
En efecto, esa era la sensación que invadía mi mente y mi cuerpo, pero me obstiné en continuar leyendo, lo que resultó en una de las experiencias más gratificantes en el tiempo que llevo en esta profesión. De pronto se te ilumina la mente y comienzas a trazar imaginariamente líneas divisorias entre la morfología y la sintaxis y, dentro de esta última rama, las clases de palabras y sus grupos sintácticos para finalizar con las funciones que estos ejercen dentro del discurso. Con tan solo que logres captar los conceptos básicos que distinguen a estas ramas de la lingüística, ya habrás podido notar el beneficio que aportan a tus conocimientos sobre la lengua y, de su propio peso, a tu escritura. En fin, leer este manual fue una aventura fascinante. Una vez que sobrepases la cumbre de los primeros capítulos, querrás infiltrarte cada vez más en ese bosque en el que todas las intrincaciones de esta materia se magnifican y llegas a comprender por qué están interconectadas de tal manera.
Para finalizar, quisiera hacer hincapié en que, aparte de la gran cantidad de beneficios que se obtiene con este tipo de lecturas, el mayor de ellos es que si decides abrir el manual al azar tendrás una idea bastante clara de lo que estarás leyendo en esa página ya que, aun cuando tu cerebro obviamente no puede memorizarlo todo, estará empapado de los conceptos que se asimilaron durante la lectura. Además, podrás hacer búsquedas de temas específicos sin riesgo a meterte en aquellos atascaderos que comentaba más arriba. Me atrevo a decir que haber leído este manual me cambió la vida y la percepción que tengo de este campo.
Y tú, querido lector, ¿qué opinas? Te incito a que compartas alguna opinión o experiencia.